domingo, 1 de mayo de 2011



Puedes encabritarte como un caballo salvaje,
puedes decir palabrotas, maldecir al destino...
Pero a la hora de la verdad
tienes que resignarte.

1 comentario:

  1. Dos días después de cumplir 18 años llegué a la conclusión de que resignarse y madurar son cosas que van cogidas de la mano. Casi pasa un año y no sé decirte si he cambiado de opinión acerca de eso.
    Aún así, creo que todos tenemos algo de tiempo antes de llegar a ese punto.
    Queda tiempo, aunque se pase volando. Y si no es así, creamos un ratito al menos que sí.

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