Las cosas no han cambiado:
Sigo fumando ventitrés cirgarrillos al día
en veinticuatro horas de humo;
dos almohadas para leer a Bukowski,
cinco poesías antes de dormir;
no he superado el miedo a las alturas,
fiel a tu fobia a mis aires de grandeza;
mantengo mi coloquio diario con los posos de café
en el bar de mi esquina;
me gusta amanecer con el pie izquierdo
para tropezar con el derecho;
sigo apostando a caballo regalado
aun a riesgo de perder mis dientes
he aprendido menos lecciones que canciones,
pero sigo desafinando en la ducha;
conservo un par de faltas de ortografia
para romper el hielo;
no me quemo con las mentiras
me he hecho aficionada a los cuentos;
y,
lo que es mas importante
todavia me gusta emigrar a tu sur
cuando pierdo el norte.
Sigo fumando ventitrés cirgarrillos al día
en veinticuatro horas de humo;
dos almohadas para leer a Bukowski,
cinco poesías antes de dormir;
no he superado el miedo a las alturas,
fiel a tu fobia a mis aires de grandeza;
mantengo mi coloquio diario con los posos de café
en el bar de mi esquina;
me gusta amanecer con el pie izquierdo
para tropezar con el derecho;
sigo apostando a caballo regalado
aun a riesgo de perder mis dientes
he aprendido menos lecciones que canciones,
pero sigo desafinando en la ducha;
conservo un par de faltas de ortografia
para romper el hielo;
no me quemo con las mentiras
me he hecho aficionada a los cuentos;
y,
lo que es mas importante
todavia me gusta emigrar a tu sur
cuando pierdo el norte.
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